Durante mucho tiempo, la manera en cómo se ha educado a los niños ha sido la misma para todos: mismos contenidos, mismo tiempo de aprendizaje, misma manera de presentar los conceptos, misma manera de comunicar lo aprendido y misma manera de evaluar. Como consecuencia, se ha generado un gran agujero en la educación, pues en todos esos años se ha dejado de lado la diversidad que siempre ha existido dentro de las aulas. Cada niño tiene una manera particular de ser y pensar, es único. Sin embargo, estos errores han llevado a perfeccionar metodologías inclusivas que han logrado llenar esos vacíos. Hablamos de la inclusión educativa, metodología que permite personalizar la enseñanza el aula.
De manera resumida, la inclusión educativa es todo lo opuesto a la uniformidad de la enseñanza, y desarrolla contenidos a partir de las igualdades y diferencias de los alumnos, de esa manera busca fomentar la buena convivencia dentro y fuera de las aulas.